domingo, 28 de julio de 2013

Bocetos - Árboles y paisajes. Tintas y acuarelas

   El dibujo anterior se hizo con un bolígrafo Bic azul, porque no tenía a mano otra cosa para estrenar un cuaderno que me acababa de comprar en el rastro "El Cisne", entre Benidorm y Alfaz del Pi, donde suelo ir siempre que puedo. Cuando venden estos cuadernos, con tapas de piel y papeles gruesos y raros, no puedo resistir a comprarme uno. Mientras escuchaba música en vivo y tomaba una pinta, hice el dibujo.
   Ese es el cuaderno. Ya con toda la artillería gráfica, hice este otro dibujo sobre unos pinos al final de la duna de La Marina, en Alicante. Estoy probando a dibujar con varias tintas a la vez, porque una vez extendida la tinta de una primera capa, las sucesivas no reaccionan igual. Me está resultando complicado calibrar cuánta tinta poner, pues unas son mucho más cubrientes que otras.
    Al final, al extender las tintas se lleva uno una sorpresa, en este caso desagradable, pues se emborrona demasiado. Recurriendo a lejía diluida y a capas transparentes de acaurela azul ultramar, separo un poco los planos, oscurezco algunas zonas y pongo algunos detalles. Todo es inútil. Pero eso es lo que hay. La dejo aquí como penitencia, para evitar tal error en sucesivos intentos.


    El siguiente dibujo, un bosque imaginario con tinta china de barra y pincel, se hizo reutilizando un papel de acuarela, pues el primer dibujo, unas flores, tampoco quedaron como quería. Es de 300 gramos, de Garzapapel. Lo metí en el lavabo y lo lavé, borrando casi completamente la pintura anterior, Por eso se ven unos tonos cálidos a la izquierda y azulados a la derecha como tenue fondo. Esto es maltratar el papel, pues al frotar me imagino que cambiará el comportamiento de la superficie, pero no se ha portado mal. Una barbaridad.
   Aunque uno de los secretos de hacer las cosas bien es no enseñar las que salen mal, que suelen ser muchas, cuando se aprende algo de los errores, es conveniente no tirarlas, sino estudiar detenidamente para ver en qué nos hemos equivocado, única manera de la vez siguiente salga mejor. En Moraira, hace unos meses, estaba muy a gusto en la orilla de la playa dibujando el paisaje y tomando un refresco. Me quedé hasta el atardecer, hice fotos, unos bocetos y, en definitiva, pasé un rato de lo más agradable.
    Lo que veía desde allí, aunque la luz y el color cambiaba por momentos, con el sol ya muy bajo, era esta maravilla:
   Lo primero que hice, con pluma estilográfica china, de esas con la punta vuelta hacia arriba que hace trazos de distintos grosores y tinta negra normal, creo que Lamy, fue el dibujo siguiente. Se ve que tiene demasiada tinta, por lo que al extenderla se pierden detalles y matices. Vamos, que se acaba echando a perder el dibujo que había hecho con tanto mimo:

   Solución: hacer en casa otro nuevo dibujo, menos elaborado, con menos líneas y con tinta indeleble. En este caso Platinum Carbon ink cargada en una Lamy Safary. Una vez seca, se añaden baños grises diluidos y queda bastante mejor que con el sistema anterior. Al menos, eso me parece a mi. Aunque se hizo más tarde, fijándome en las sombras del primero, pongo la misma hora en este dibujo, para hacerme una idea de la luz que había en el momento en que se pintó, cosa importante.
  De las fotos tomadas en la ocasión, también hecho en casa más tarde, un boceto en acuarela de la maceta con geranios que tenía delante mientras pintaba el paisaje. Día completo. Acuarelas en  pastilla sobre cuaderno de papel Fabriano de 300 gramos.

6 comentarios:

  1. Toda esa artillería, el entorno y el aprendizaje continuo, bien frente al "error" bien por el espíritu de mejora, nos van a traer muchos buenos frutos como los de este adelanto.

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  2. Muchas gracias, una vez más, por tu atención al comentar la entrada de mi blog.
    Efectivamente, hay que intentar mejorar, cosa que sólo se consigue al darse cuenta de los propios errores. Lo que no me gusta es mostrar un dibujo, obviamente fallido, y hacer el esfuerzo de justificar con palabras lo que no he conseguido con los pinceles. También podría no enseñar lo que no ha salido bien, pero aquí interviene el hecho de que soy maestro y sé que la autocomplacencia, muy extendida, no lleva a ningún sitio. Así mi blog, eminentemente didáctico cuenta con dos fuentes de aprendizaje: los aciertos ajenos y los errores propios.
    Si se dibuja con tintas de varios colores, el efecto al extenderlas con agua es de una gran trasparencia y armonía, especialmente cuando se usan pocos colores. Pero es muy difícil de controlar. El verde musgo de Stipula tinta poco, pero el marrón, tanto el de Stípula como el Herbin que uso, son fuertes. No digamos el azul. Seguramente será mejor ir de una en una con las tintas, aplicando veladuras y capas.
    Seguramente este sistema debe quedar para apuntes y bocetos y no intentar sacar nada más de allí, pues cuando intento trabajar en un formato mayor, caigo en estos errores y en una excesiva elaboración, todo lo contrario de lo que se pretende.
    Gracias de nuevo y feliz verano.

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  3. Fantástico. El primer dibujo con el boli me ha encantado, pero la última acuarela me ha parecido maravillosa. Me gusta la tinta china, lo que más, pero reconozco que cada vez me llama mas la atención el color y tu eres un verdadero maestro.
    Con un trozo de papel y un boli o lapiz, una obra de arte. Felicidades.

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  4. Estupendos todos Pepe, el dibujo muy bueno, la acuarela mejor, el entorno ¿Que te voy a decir? todo un compendio que hace que las cosas salgan bien.
    Feliz Verano
    Un Abrazo.

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  5. Unos trabajos maravillosos.. coincido con que el entorno es inspirador e idilico, que envidia! :) un saludo!

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  6. Y con el gintonic y el cigarrito el no va más.
    Enhorabuena José.
    Un abrazo.
    Luis.

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