sábado, 7 de abril de 2012

TEMPLE OF FLORA - 1799 - R.J. Thorton - Acuarelas

  Podemos encontrar mucha información en la red acerca de esta obra, publicada por vez primera en 1799 por Dr. Robert John Thorton. Con el título de "A new illustration of the sexual system of Linnæus". 
   Se sigue considerando una de las obras cumbres de la ilustración botánica, aunque su intención es más artística que científica. Para la obra se recurre a diferentes acuarelistas, se incluyen poemas y  otras glosas literarias, se sitúan las flores y plantas, elegidas entre las más hermosas y espectaculares, en románticos escenarios en los que no faltan cupidos y otras alegorías al tema.
 Siendo las acuarelas obras de distintos artistas, encontramos diversidad en el tratamiento de las pinturas, aunque siempre con un enfoque teatral, escenográfico, con gran detalle y minuciosidad en el dibujo y el color.
    Tal vez esta forma de pintar, este uso de la acuarela, pueda hoy en día tenerse por artificioso, relamido, pinturero, acabado en exceso, fotográfico y recibir otros epítetos en los que suele cristalizar el desprecio a lo que se considera un realismo trasnochado y superado. Suelen proceder estos juicios, en no pocas ocasiones, de quienes serían totalmente incapaces de hacer algo parecido. Es una de las ventajas del crítico.
   Cuando muestro acuarelas de siglos anteriores, procuro situarlas en su contexto temporal y artístico, reivindicarlas de algún modo... Es algo que voy a dejar de hacer, pues creo que se justifican por sí mismas. Más aún cuando acabo de leer en El País un artículo sobre Damien Hirst, el "artista" más rico del mundo. Entre sus obras, que ha conseguido endosar por cantidades astronómicas, algunas de ellas expuestas actualmente en una muestra retrospectiva en el Tate, se encuentran maravillas tales como una intitulada "Mil años", consistente en una vitrina que nos separa y protege de su contenido, la cabeza sanguinolenta de una vaca comida de gusanos y sobrevolada artísticamente por una nube de verdes moscas. El único mérito que reconozco al autor de semejante adefesio es la capacidad de dar con alguien tan imbécil como para pagar una fortuna por tal engendro. Lo alarmante es que haya más entendidos que comparten su gusto, llegando a dirigir acreditados museos, marcando tendencias y diciéndonos qué nos debe gustar. Lamentable.
   Tal vez la idea de que cualquier cosa, por abominable que  parezca, incluso para quien la compra, mañana valdrá más de lo que ha costado hoy, sea la aportación del arte para llegar a la situación económica en la que hoy nos encontramos. Cuando no haya nadie dispuesto a pagar nada por lo que, a mi modesto y seguramente trasnochado juicio, nada vale, se romperá esta piramidal cadena de especulación y de estupidez y algún inversor en "arte" se verá condenado a convivir con una cabeza putrefacta rodeada de moscas, hasta que se resigne a arrojarla  al vertedero de donde nunca debió salir. Y menos para ser expuesta en un museo.
   En The Independient , en su edición de hoy 7 de abril, podemos ler "Damien Hirsts are the sub-prime of the art world", un interesante artículo de Julian Spalding, autor del libro inteligentemente titulado "Por qué deberías vender tu Damien Hisrt, mientras puedas".
   Por ello, no creo que obras como las que muestro aquí necesiten justificación ni merezcan ser presentadas de manera vergonzante, pidiendo dispulpas, como debe hacer con gran parte de la pintura figurativa, realista, creada hoy en día.
 
 
 
 
 
 
   Como hemos dicho, hubo varias ediciones de esta obra, aunque el autor no pudo completar su plan, más ambicioso que estas 35 acuarelas que se muestran en las ediciones que he encontrado. Difieren en algunas obras, como la anterior y la posterior y alguna otra, aunque básicamente las ediciones distintas tienen pocas diferencias. Si las hay en cuanto a la calidad del escaneo de las que pòdemos encontrar. Al final del artículo se proporcionan enlaces a tres bibliotecas y colecciones donde podemos estudiar las imágenes o leer el texto que las acompaña. Las que aquí se muestran, en su inmensa mayoría proceden de Botanicus, lugar que nos ofrece otras maravillas como ésta.
 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 Enlaces sugeridos, de donde salen estas imágenes:


3 comentarios:

  1. ¿Crees que algún día se curará esta ruta del sinsentido? Personalmente utilizo el término "modernismo" con un amigo como un despectivo satírico, como solo nos enteramos nosotros nos reímos bastante, aunque nos miran como si estuviésemos locos : P

    Interesante entrada, si señor : )

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  2. Gracias por tu comentario.
    En cuanto a tu pregunta, no. No creo que se cure nunca. Siempre habrá quien se deje engañar, o quien sienta vergüenza de expresar su opinión por no ser tomado por "fuera de omda". Modestamente, creo que habría que perder la timidez para expresar honradamente lo que uno piensa de las cosas. Si no me gusta, no me gusta, no siempre es que no lo entiendo, que yo soy el culpable de no encontrarle sustancia ni valor a algo, aunque haya alguien capaz de pagar mucho por ello, aunque se exponga en el Moma, el Tate o alcance un precio astronómico en una subasta.
    Un cuadro se debe comprar porque estamos dispuestos a convivir con él, a verlo todos los días en un lugar preferente de nuestra casa, no porque mañana valdrá más, aunque nos parezca una monstruosidad.
    Soy injusto cuando digo que quienes no valoran algo deberían ser capaces de hacer una cosa similar. Ahí me refería a los artistas que desprecian lo que supera su propia capacidad, no al público que pueda enjuiciar una obra. Me refiero a esos pintores que hacen no lo que quieren, sino lo que les sale, sin base, sin conocer etapas que habría que haber estudiado y superado, para dar con algo original, pero valioso. Por ser nuevo, por ser original, por estar fuera de la capacidad de comprensión de la mayoría, una obra no es necesariamente valiosa ni buena.
    Es un debate antiguo y sin solución, pero que hay que plantearse, por lo menos por parte de quien prefiera que le consideren ignorante a imbécil.
    Gracias de nuevo por tu atención.

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  3. Hola José, lo cierto es que las acuarelas son preciosas, además en esa época, necesitaban ese grado de perfección pues al no existir la fotografía no tenian otra opción.
    De todas formas, los ilustradores de guias, continuan haciendo los dibujos con el detalle de antaño, y se puede reconocer un pájaro mejor que con una foto.
    Esperemos que siga así.
    Un saludo

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